domingo, 26 de mayo de 2013

El primer “ismo”: Elitismo en la Universidad

Por Nerea Azkona

Nos encontramos ante la primera entrada de cinco con el título de “ismo”. Dicen que las palabras que acaban en “dad” hacen referencia a conceptos, como multiculturalidad; mientras que las que lo hacen en “ismo” son más ideológicas, por ejemplo multiculturalismo.

A pesar de esta diferenciación, los términos que van a protagonizar estos post son de otro tipo y están relacionados con el abuso de poder por distintas razones:

  •     Clase => clasismo
  •     Raza => racismo
  •     Sexo => sexismo
  •     Influencias => clientelismo
  •     Estatus => elitismo

Hoy comenzamos por esta última contextualizada en el ámbito universitario.
He vivido situaciones en las que he sentido cierto elitismo en la Universidad. ¿En base a qué? A que se considera a unas personas por encima de otras dependiendo del estatus que ocupan. Este elitismo puede acabar dividiendo a la población universitaria (de posgrado relacionada con la investigación) en estudiantes-investigadores/as de “primera” y de “segunda” categoría.

Hablo desde mi experiencia, pero he coincidido con muchas personas de diversos países en mi contexto universitario y creo que puedo decir que en cualquier universidad del mundo hay cierta jerarquía medieval relacionada con el estatus que nos recuerda a la pirámide de la sociedad estamental característica del Antiguo Régimen europeo. Esta sociedad estaba dividida por el estatus y conformaba una pirámide. En su vértice superior se encontraba el Rey, a este ser le seguía la nobleza (alta y baja) y detrás estaba el clero (éste a su vez se subdividía en alto y bajo). La base de la pirámide, donde se amontonaba la mayoría de la gente, era la plebe o el pueblo, a las que denominaban así porque eran personas sin privilegios (eran las únicas que pagaban impuestos, por ejemplo).

A partir de esta descripción voy a desarrollar la pirámide universitaria en el que participamos y la que reproducimos.

En el vértice superior, el (y digo el) Catedrático. Si acaso, la Catedrática detrás, a la sombra.

Después el profesorado de la plantilla. Dentro de este escalafón está el/la titular, el/la adjunto/a, el/la asociado/a, el/la doctor/a-contratado/a,… vamos, un montón de puestos que nos recuerdan cuál es nuestro lugar.

¡Ojo!, si aún existiera el caso de alguna persona de las anteriores que no haya obtenido aún su doctorado, pobre de él o ella. Será el último mono y le pasará por encima (en cuestión de estatus) cualquier persona (incluidos los/as mendrugos/as) que hayan obtenido su título de doctor/a.

En términos de estatus, convertirse en doctor/a es un rito de paso muy importante. A pesar de que no hay cambios físicos (como cuando una mujer es madre, que el rito es físico y el cambio trascendente) el día de la defensa de la tesis (que no el día en que se deposita ) algo cambia en la mirada de la gente que nos rodea. Entramos en El Club. Formamos parte de “algo” en lo que antes no podíamos entrar. Y nos lo hacen saber. Y por ello, muchas defensas son tremendamente duras. Hay que marcar diferencias. Y sí, vamos a entrar en El Club, pero vamos a sufrir un poco todavía que somos licenciados/as o master.

Siguiendo la lista, después del profesorado contratado está el eventual y el visitante y, tal vez, los/as becarios/as post-doctorales. Especímenes difíciles de etiquetar, porque son doctores, pero siguen siendo becarios, lo que les quita estatus. En ningún momento estamos hablando de capacidades. Nadie niega que alguien que se encuentre en la parte de abajo de la pirámide tenga mucho más talento que “un noble conde”.

Después de estas personas está la gente que no da clase. Sí, en la universidad, existe ese rol, que no es otro que el de los/as investigadores/as. Perdón. Investigadores/as pre-doctorales. Hay que marcar distancias. Y no hay que perder la oportunidad de decirle a alguien gracias al nombre de su cargo si ha entrado en El Club o no.

Bueno, antes que estos están los/as investigadores/as contratados/as, que en su mayoría son doctores/as, pero que suelen tener contratos a fin de obra o de proyecto. Son pocos, muy pocos. No son becario/as, pero no son plantilla. Y lo que no son, y tiene que quedar bien claro, es profesores/as. Y que nadie se equivoque. Se les mira con desdén por los/as que están por arriba y por los/as que están por abajo. Esta pobre gente vive a la defensiva.

Luego, sí, los/as pre-doctorales. Estos/as pobres. Pero, cuidado, no son los/las que peor están. Existen los/as doctorandos/as sin beca. A estos ya no se les tiene ni en cuenta (a no ser que sean de una nacionalidad “atractiva” que pueda darles algún que otro punto). Estos/as no tienen reconocimiento, pero están en mejor situación (y me refiero a los juegos de poder) que los/as pre-doc, ya que no dependen de la firma de nadie para hacer nada, porque no hay contrato entre medio. Es decir, a nivel de estatus están por debajo pero a la hora de la verdad son mucho más libres que los que están inmediatamente por encima en la torre del elitismo.

Por último, y dentro de la “nobleza” aún, los/as postgrados. Es decir, la gente que está estudiando master y que desarrolla su tesina.

Detrás de estos “la plebe” del conocimiento. Es decir, todos/as los/as estudiantes de grado. El alumnado propiamente dicho, que son los/as primeros/as que siguen reproduciendo este sistema carca y medieval.


Bueno, primera realidad acabada en “ismo” que he vivido en persona inspirada en el desdén de algunas miradas y en lo poco apropiado de muchos comentarios que he tenido que oír a lo largo de mi vida académica.

lunes, 20 de mayo de 2013

Unas palabras sobre el Día internacional contra la homofobia y la transfobia.


Por Angie Larenas 

Cada 17 de mayo se celebra el Día internacional contra la homofobia y la transfobia. En una fecha similar, en 1990, se eliminó la homosexualidad del catálogo de enfermedades mentales de la Organización Mundial de la Salud. De ahí que se haya escogido este día cómo símbolo de la lucha contra la discriminación de las personas LGTBI. 

Cuando hablamos de homofobia estamos hablando de todas las personas que sufren la vulneración de sus derechos elementales solo por su orientación sexual. Y aunque no soy una avezada en el tema, no quería dejar pasar la ocasión sin mencionar la importancia de un día como este. Quiero comentar solo tres ejemplos en tres países que me resultan familiares, aunque reconozco que la realidad es mucho más dramática en aquellos lugares donde, por ejemplo, la homosexualidad está penada por la ley, incluso con pena de muerte. 

Pero aquí voy con los ejemplos. 

- Hace poco leí un titular en un periódico chileno: “Homosexuales podrán donar sangre en Chile”. Me quedé bastante sorprendida al enterarme de que hasta el pasado mes de abril de 2013 a las personas homosexuales (aunque supongo que se referían a todos los no heterosexuales) les estaba prohibido donar sangre, lo que constituye un ejemplo claro de lo institucionalizada que se encuentra la discriminación en ese país y una evidencia descarada del estigma que persigue a estas personas. No obstante, es importante señalar que el pasado 11 de mayo se produjo una importante marcha por el Día internacional contra la homofobia y la transfobia, el que congregó a más de 50 mil personas. Muchas cosas están cambiando. 

- Por otra parte, en Cuba también el día 11, se produjo una de las pocas manifestaciones por los derechos de las personas LGTBI que se han hecho en el país. En Cuba solo está reconocido el matrimonio heterosexual, y hasta el año 2008 no estaban permitidas las operaciones de cambio de sexo. Esta realidad podría ser contradictoria con el supuesto espíritu libertario del gobierno cubano. Pero lo que me llamó la atención de la marcha, es que era una manifestación “oficialista”, la organizó el Centro Nacional de Educación Sexual dirigido por Mariela Castro (hija del presidente Raúl Castro). Había fotos de Fidel Castro, carteles sobre los “4 cubanos presos en EEUU” y gritos como: “¡Socialismo sí, homofobia no!”. Y me pregunto ¿cómo es posible que siendo discriminados/as y saliendo a las calles en contra de esa discriminación enarbolen sloganes que discriminan a aquellos/as que no piensan políticamente igual? A esa marcha no fueron invitadas las asociaciones LGTBI independientes… Todavía hay mucho camino por recorrer. 

- Por último quería comentar que usualmente España es puesta como ejemplo de Estado en el que se amparan los derechos de las personas LGTBI. El derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo, la posibilidad de adoptar niños/as y de formar una familia es una gran victoria, que ni en Chile ni en Cuba se ha conseguido. Pero aún existe mucha discriminación. Apunto una evidencia sencilla: la normalización de la diversidad familiar en la educación. Aunque ya se ha pasado del modelo clásico de familia a concebir otros tipos de familia como las monoparentales o las que tienen hijos/as adoptivos, todavía falta dar el salto a la inclusión de las familias sexualmente diversas. Y la situación actual, en la que el gobierno está facilitando una mayor intromisión de la religión católica con su Iglesia en los asuntos públicos, se convierte en un obstáculo importante para la lucha contra la discriminación de los colectivos LGTBI. 

En resumen, aunque sobre estos temas solemos escuchar hablar, y a veces hasta son un punto de debate en nuestros círculos cercanos, creo que es importante aprovechar esta fecha para para reflexionar sobre la necesidad de visibilizar a todos aquellos colectivos sexualmente diversos y continuar trabajando contra su discriminación.

domingo, 12 de mayo de 2013

Hacia una política migratoria común europea

Por Nerea Azkona 

En la Unión Europea la gestión de los flujos migratorios se ha dejado tradicionalmente en manos del particularismo de cada Estado y de las legislaciones estatales de extranjería. Esta variedad normativa dificultaba el establecimiento de una política de armonización de legislaciones en el sector. 

En el Tratado de Ámsterdam (1999) se reconoció la competencia de la UE en el ámbito de las migraciones, que viene esforzándose en desarrollar una política común migratoria con la finalidad de proporcionar un marco coherente para las acciones de los Estados miembros cuando actúen dentro del ámbito de sus competencias y de la propia Unión. 

En el Consejo Europeo de Tampere (1999) se consolidó la necesidad de un enfoque global de las migraciones que se ocupara de los aspectos políticos, los derechos humanos y el desarrollo en terceros países y regiones. Además, se realizó un llamamiento a una mayor coherencia de las políticas internas y externas de la UE, haciendo hincapié en la necesidad de gestionar de modo más eficaz los flujos migratorios en todas sus fases y la cooperación con terceros países. 

Dos años después, en el Consejo de Laeken, se reafirmó el compromiso del plan global para la lucha de la inmigración ilegal y la trata de seres humanos de la UE, donde la política de readmisión y repatriación era parte integrante y crucial para la lucha contra la inmigración ilegal, y dentro de las acciones se llamaba a la cooperación y al enfoque común; representado por el control de fronteras y la integración. 

Así, en el Consejo Europeo de Sevilla (2002) se rescataron dos objetivos: por una parte, se dio prioridad absoluta al plan de lucha contra la inmigración clandestina; y, por otra parte, a la instrumentalización de la cooperación al desarrollo. Quedó evidenciado que en adelante la Ayuda Oficial al Desarrollo y los acuerdos de cooperación se condicionarían a la buena voluntad que tienen que demostrar los países de emigración a la hora de impedir las salidas irregulares hacia Europa y en readmitir a sus ciudadanos y ciudadanas. 

Del mismo modo, en el Consejo Europeo informal en Hampton Court (2004) se definieron las prioridades de actuación frente a los retos de la inmigración, que sirvió para seguir consensuando una búsqueda de un enfoque global de la migración y para destacar la prioridad que tenía el continente africano. Sin embargo, sigue sin haber una política de migraciones común, ya que continúan las reticencias por parte de los Estados miembros a la cesión de soberanía. 

No obstante, en el Consejo Europeo de Bruselas (2005) se aprobó el principio del enfoque global de las migraciones. Este planteamiento ilustra la ambición de la UE de establecer un marco intersectorial para gestionar la migración de manera coherente a través del diálogo político y la estrecha cooperación práctica con terceros países. Los tres ejes son:

  • Primer eje: Perseguir la migración irregular. Para gestionar con eficacia la inmigración se requiere abordar diversas cuestiones relacionadas con la seguridad de las sociedades europeas y de los propios inmigrantes.
  • Segundo eje: Promover la migración legal. La UE continuará esforzándose para ofrecer oportunidades reales de migración a los nacionales de países en vías de desarrollo que buscan trabajo en la UE a través de procedimientos legales.
  • Tercer eje: Fomentar las sinergias entre la migración y el desarrollo. Este eje complementa las estrategias sobre migración legal y migración irregular con la necesidad de diálogo y cooperación con los países de origen y tránsito de las migraciones y se corresponde con la dimensión exterior de la política migratoria. 

Una vez elaborado e implementado el enfoque global, se siguió construyendo en esta dirección con la mirada puesta en una política europea común de migraciones. 

En el Consejo Europeo de Bruselas (2007) se debatió sobre una política que abarcara todos los aspectos de la migración, desde la relación entre ésta y el desarrollo hasta los aspectos internos de la UE como la migración legal, la integración, la protección de los refugiados, el control de fronteras, la readmisión, la lucha contra la migración ilegal y la trata de seres humanos. 

Pero no fue hasta 2008 cuando se desarrolló el Pacto Europeo sobre Inmigración y Asilo (PEYA). Éste es un documento político mediante el cual los Estados miembros de la Unión Europea se comprometen entre ellos en una serie de objetivos y de orientaciones estratégicas para el desarrollo de la política europea de inmigración y de asilo. Los compromisos que se llevarán a cabo mediante medidas estatales y europeas son:

  • La organización de la inmigración legal teniendo en cuenta las prioridades, las necesidades y la capacidad de acogida determinada por cada Estado miembro y el favorecimiento de la integración. 
  • La lucha contra la inmigración irregular, especialmente garantizando el retorno de los extranjeros en situación de irregularidad al país de origen o a un país de tránsito. 
  • El reforzamiento y la eficacia de los controles fronterizos. 
  • La construcción de la Europa del asilo. 
  • El establecimiento de una cooperación global con los países de origen y de tránsito favoreciendo las sinergias entre las migraciones y el desarrollo. 

Uno de los hechos en materia migratoria que cerró este año fue la aprobación en el Parlamento Europeo de la propuesta de una Directiva de Retorno (2008/115/CE) que se conoce como “Directiva de la Vergüenza”. La Comisión Europea hizo una propuesta, que junto al Libro Verde y al Plan de Acción del Consejo, tenía como objetivo armonizar la normativa europea sobre detención y expulsión de extranjeros. El Parlamento convirtió la idea en una Directiva vinculante. Éste es un primer paso hacia una política común de inmigración. El texto, negociado con el Consejo, promueve el retorno voluntario, introduce normas comunes para el retorno de inmigrantes ilegales procedentes de países no comunitarios, establece estándares mínimos para la retención temporal, con periodos máximos de internamiento e introduce un enfoque común para la prohibición de reingreso en la UE. 

Por último, cabe citar el Programa de Estocolmo (2010), que contempla una mayor cooperación entre los Estados miembros, siendo el control fronterizo uno de los temas más destacados. Se continúa instando a los países a adoptar una estrategia común para administrar mejor las fronteras y satisfacer las necesidades del mercado de trabajo. 

Como hemos visto, ya desde 1999 se comenzó a fraguar la idea del enfoque global que se materializó en 2005. Sacó a la luz la necesidad de tener presente la Coherencia de Políticas de Desarrollo, como respuesta al desmembramiento de las cuestiones migratorias en diferentes ministerios y la incorporación del desarrollo en la dimensión exterior de las políticas migratorias, en concreto en el tercer eje del enfoque. Aún así, el enfoque global mantiene su ambigüedad, ya que por una parte es causa de incoherencias entre las políticas de migración y desarrollo; y, por otra, promueve la necesidad de estudiar la coherencia entre ellas. 

Además, hay que tener en cuenta que dentro de la UE hay distintos ámbitos de armonización, no sólo entre países de origen, de tránsito y de destino de las migraciones. El primer reto está a la hora de planificar una política migratoria que armonice los intereses particulares de los Estados miembros. Al final, se consiguió dotar a las políticas migratorias europeas de un enfoque global y comprehensivo que considera diferentes facetas del proceso migratorio: la relación de la migración con los procesos de desarrollo; las necesidades de los mercados de trabajo europeos y los procesos de integración de los inmigrantes en las sociedades de destino; y la lucha contra la inmigración irregular y el control de fronteras. 

Durante todos estos años hemos podido observar la evolución que ha experimentado la política migratoria europea, pasando de un enfoque dual de las migraciones (política interior: controles fronterizos y de los flujos migratorios) y del desarrollo (política exterior: subdesarrollo como causa fundamental de la migración), sin diálogo ni cooperación con terceros países, a un enfoque global, donde en la relación migración-desarrollo entra en juego la cooperación y donde surge la dimensión exterior de las políticas migratorias. 

La UE reconoce a través de distintos mecanismos la importancia de promover la sinergia entre la migración y el desarrollo a partir de un enfoque equilibrado y de una estrategia a largo plazo de lucha contra las causas profundas de la migración. 

En los documentos comunitarios que hemos citado se puede observar que los políticos perciben la necesidad de abordar las migraciones y el desarrollo de manera conjunta para cumplir con la exigencia de una mayor coherencia de políticas. Sin embargo, ven en la cooperación, en la medida que fomenta el desarrollo de la zona de origen de la emigración, una herramienta que puede contribuir a frenar los flujos migratorios. Este enfoque ha promovido medidas que fomentan el control de fronteras en origen y la inclusión de la cooperación para el desarrollo en las estrategias migratorias. Los acuerdos españoles de nueva generación son ejemplos concretos de estas prácticas. Por tanto, nos encontramos ante un planteamiento ambiguo e incoherente. Por un lado, se intenta avanzar en la ejecución de una política global para superar la tesis de la Europa Fortaleza, mientras que por el otro, el peso que adquieren las cuestiones referentes a las fronteras exteriores y a los asuntos de seguridad de la UE siguen teniendo mucho peso en los tímidos consensos sobre política migratoria común. Es decir, el componente “seguridad” de las políticas de migración influye en las políticas de cooperación, en las áreas geográficas y en los sectores destino de la ayuda, llegando a darse casos de “condicionalidad migratoria”.

domingo, 5 de mayo de 2013

De sujeto investigador a objeto investigado


Por Angie Larenas 

¿O debería decir: de sujeto investigadora a objeto investigada? En este caso, ni siquiera tengo claro cómo utilizar un lenguaje no sexista cuando yo, la protagonista sujeto-objeto, soy mujer. Pero esta entrada no va sobre el tema del lenguaje -aunque ya llevo varios días con esta duda- sino sobre investigaciones e investigadoras/es. 

Hace unos días estuve en el médico. Después de ver el resultado de mis análisis el especialista que me atendió me invitó a participar en un ensayo clínico en el que están tratando de identificar cuál es el tratamiento más indicado para el problema que tengo en la zona donde vivo. Me dio los documentos con la información sobre la investigación y una semana para que decidiera si quiero participar. 

Mi primer pensamiento fue: ¡firmo aquí mismo porque es que le voy a decir que sí! Pero hay que seguir un protocolo y tomar el tiempo que te dan para ver bien de qué va la investigación, la responsabilidad que asumes, los riesgos, etc., etc. 

El caso es que desde el primer momento estaba segura de que aceptaría participar, porque sobre todo pienso en lo importante que es para mí que las personas acepten participar en mis investigaciones. Que te digan que no a una entrevista siempre te sienta mal, que te digan que sí y luego te den el plantón, todavía peor. 

Sin embargo, me resulta más fácil aceptar ser objeto en un ensayo clínico, con un tipo de investigación que no controlo en lo absoluto, viendo cómo reacciono a una medicación, que aceptar una entrevista. Será porque sé qué puede implicar, por ejemplo, un cuestionario bien hecho. Porque sé que a veces hurgo en la intimidad de otras personas, y no me es muy cómodo saber que alguien desconocido pretende hurgar en la mía. 

Aunque creo que al final, tal y como voy a firmar mi aceptación en el ensayo clínico, acabaría aceptando la entrevista. En el fondo, en mi caso, se trata de solidarizar con el trabajo de otras/os.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Quintas pinceladas: La discriminación de las mujeres en el mundo del trabajo. Una mirada al Estado español.


Por Angie Larenas 

Con más de 6 millones de personas sin empleo el 1 de mayo no se puede considerar una conmemoración cualquiera. Por eso no hemos querido dejar pasar esta fecha sin realizar dos entradas especiales. 

El impacto sobre los derechos de las y los trabajadores resulta palpable en cada decisión del gobierno central y en la manera en que la mayoría de los gobiernos autonómicos secundan esas decisiones. El Estado de Bienestar se contrae, se achica, se ablanda… y con este solapamiento se amplían las consecuencias negativas sobre la vida de la ciudadanía. 

En materia de igualdad entre mujeres y hombres, estas decisiones constituyen un retroceso y un desconocimiento sobre el acceso desigual de las mujeres al mundo del empleo y su alcance sobre el funcionamiento de la sociedad. 

Los recortes en los servicios, implican que, por ejemplo, en el plano de los cuidados sean las mujeres quienes tengan una carga mayor sobre el cuidado de niñas y niños, adultos mayores y personas en situación de dependencia. Lo que conlleva que las mujeres insertas en el mercado laboral tengan que soportar la doble carga del trabajo productivo y reproductivo, y de que para aquellas mujeres no insertas en el mercado laboral se dificulte su entrada por la falta de garantías del Estado en materia de conciliaciones. 

Por otra parte, el mercado de trabajo penaliza a las mujeres solo por el hecho de serlo. A continuación podemos ver algunos datos interesantes relacionados con la brecha salarial entre hombres y mujeres: 

- Según la Encuesta Anual de Estructura Salarial 2010, la ganancia media de los hombres (25.479,74 euros) era mayor que la de las mujeres (19.735.22). Esto equivale a que, en términos generales, el salario promedio anual femenino constituía solo el 77,5% del masculino. 

- En el mismo año el número de mujeres que ganaron menos de 14.500 euros fue mayor que el número de hombres. En cada nivel salarial el número de mujeres siempre fue inferior al de hombres con ese mismo salario. 

- Los tipos de empleo que presentaron un mayor porcentaje de desigualdad salarial fueron los puestos de responsabilidad. En términos generales las mujeres cobran un 25,9% de media menos que en los puestos de baja responsabilidad (12,9%). 

- Respecto al nivel de estudios, se pone de manifiesto que la diferencia aumenta conforme la preparación del empleado es mayor. Así, mientras el porcentaje de la diferencia en personas sin estudios o con educación secundaria es del 17,7% y del 25,3%, respectivamente, esta cifra es mayor en el caso de personas con una titulación de formación profesional de grado superior (26,7%) o con licenciatura universitaria o doctorado (30,3%). 

Apunto estos datos sobre la diferencia salarial porque constituye una forma de discriminación y desigualdad laboral con amplias repercusiones. Por poner un ejemplo: un salario menor implica una pensión más baja, lo que a la larga significa que las mujeres mayores de 65 años tienen mayor riesgo de caer en la pobreza que los hombres de la misma edad. 

Sin embargo, la brecha salarial es solo un ejemplo más de la discriminación de las mujeres en el mundo laboral. La dificultad para acceder a puestos con mejores remuneraciones, las características de los empleos feminizados, la discriminación de la maternidad, la calidad y el uso del tiempo libre, son también otros ejemplos de la discriminación de las mujeres en el ámbito laboral que no debemos dejar pasar por alto en un día como hoy. 


Para mayor información ver: 






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