Por
Tamara Lucarini
Licenciada
en Ciencias Políticas y de la Administración (EHU/UPV)
Master en
Estudios Feministas y de Género (EHU/UPV)
Por
Carlos Pulleiro
Investigador
pre-doctoral en Estudios Internacionales (EHU/UPV)
La precariedad envuelve al
deporte femenino en el Estado español, las cifras económicas y deportivas que
manejan no pueden compararse con el deporte masculino. La discriminación en los
medios de comunicación es una realidad y la excusa para mantenerla es la
habitual: el deporte femenino carece de interés, casi nadie va a ver sus eventos
y por tanto los patrocinadores, principales financiadores de los clubs,
invierten cantidades mucho menores que las que puedan aportar a los equipos
deportivos masculinos.
Además, no se puede olvidar que
los medios de comunicación juegan un papel central catalogando lo interesante
de lo no interesante en el espectáculo deportivo mediante su programación. El
horario de las emisiones de los encuentros, la presencia prácticamente nula en
los informativos de máxima audiencia o el tono de los medios refuerzan ese
aislamiento del deporte femenino; y es que los anunciantes están más
interesados en perpetuar el rol de las mujeres como meras consumidoras y no
como deportistas. En este esquema del “Tv Sport-system” el dinero que llega a
los clubs y a las deportistas es escaso y a veces prácticamente nulo, por lo
que al ejercer la práctica deportiva las deportistas se han de sumir en una
fuerte exigencia diaria.
Para ver más de cerca este retrato
del deporte femenino realizamos recientemente una entrevista a Ainara Ramasco
(4-8-1989) y Miren Agirregoikoa (2-10-1987), jugadoras del Ibaizabal Saskibaloi
Taldea de Galdakao, club que ha pertenecido este año a la máxima categoría del baloncesto
femenino. “Se ha de ser muy puntera para vivir de ello con tranquilidad”
recalca Miren, “hay muy pocas jugadoras
que puedan decir: «mira, vivo
de ello y no necesito trabajar y no voy a necesitarlo»”.
Ambas jugadoras siempre han
estado buscando una salida paralela al baloncesto profesional, pues a pesar de
que han llegado a la categoría máxima nunca habían contemplado a priori que
pudieran vivir del baloncesto. Así y todo el
deporte está siendo para ellas un recurso económico y de experiencia vital, que
les ha permitido salir de casa de sus padres o ganar sus primeros salarios.
Como explica Miren “la profesionalización del deporte para mí ha sido un
salida, este año estamos cotizando y yo no había cotizado nunca por jugar al
baloncesto”. Las deportistas se encuentran así en un limbo situado entre el
deporte profesional y el amateur en relación a los ingresos.
Tanto Ainara como Miren se desarrollaron
baloncestísticamente en el Ibaizabal, club formado en 1983 que fue poco a poco
adquiriendo una notable presencia femenina con importantes éxitos. En 2001
consiguen el ascenso a la 1ª División Nacional, en 2008 logran alcanzar la Liga
Femenina 2, y el 14 de abril de 2013 se culmina la escalada con el ascenso a la
Liga Femenina.
A través de esta progresión se producen cambios
importantes. Ambas jugadoras fueron observando como ya en primera nacional
llegan los primeros fichajes internacionales. “A las americanas se las llamó
para que vinieran a jugar aquí” afirma Ainara, “con representante y todo. Luego
ya asciendes y ves que el tema es mucho más profesional, que todos los equipos
traen a americanas, nacionales, viajes, te fichan…” apuntilla Miren.
Los ascensos conllevan más recursos. “Te empiezan a
pagar algo”, pero los fichajes internacionales implican a su vez el
reconocimiento del mercado del éxito. Como describe Miren “al final eres de
casa y nunca te valoran igual. Bueno al final es normal, ya que no puedes tirar
de 12 extranjeras. Te empieza a picar el gusanillo -de la profesionalidad- y
cuando me llamaron para jugar fuera yo no lo pensé”.
Ainara
Ramasco, autor: Carlos Bernad
Día a día en
el baloncesto femenino
Miren una vez acabada la carrera de Enfermería fichó
en 2009 por el Universitario Ferrol y posteriormente se fue a jugar a Ibiza,
viviendo tres años fuera de casa antes de regresar a Galdakao. La vida
deportiva de Ainara en cambio continúa marcada por sus estudios y no se plantea
considerar ofertas hasta que acabe su graduación en Administración y Finanzas.
Estudiar supone un esfuerzo extra que se suma al del baloncesto profesional,
con entrenamientos de cuatro mañanas y cuatros tardes, fines de semana alternos
fuera de casa, etc. Y aunque la UPV designa un tutor a las y los deportistas de
élite para que les ayuden en la comunicación con el profesorado o con la
gestión de horarios y trabajos, compaginarlo todo es muy complicado y agotador.
En este sentido el club también es flexible en
épocas de carga lectiva y avisando permite faltar a entrenamientos, pero la
doble carga suele estar presente. Miren, que hace un master relacionado la
enfermería procura no parar nunca. Como enfermera no es inmune a los recortes,
trabaja en verano y durante la temporada se centra en el baloncesto.
Ambas no son una excepción ya que para muchas
deportistas las vías alternativas al deporte son una constante, pues las salidas profesionales para una mujer
que quiera dedicarse a su deporte son muy difíciles. Incluso en este caso
prolongar sus carreras vinculadas al baloncesto, como en la FEB (Federación
Española de Baloncesto) por ejemplo, está limitado solamente a las más
punteras, “gente como Amaia Valdemoro. Pero es muy difícil” expone Ainara.
Apoyo y
situación económica del baloncesto femenino
La exigencia
es alta y el apoyo es importante y a ellas nunca les ha faltado. Su entorno más
cercano aun remarcando que no olviden sus estudios, siempre las han apoyado y
éstas nunca han dudado en continuar. El Ibaizabal es un equipo modesto pero que
ha despertado un gran apoyo en la localidad. Los partidos cuentan con una gran
afluencia de público y no hay ninguna queja. “Con nosotras se han portado, no
tenemos nada de que quejarnos en cuanto al ayuntamiento, Bizkaialde[1],
gente que nos viene a ver, gente que nos apoya… Este año hay más socios que el
año pasado, peñistas del Bilbao Basket que han venido y han hecho una peña del
Ibaizabal. Se ha involucrado mucha gente.”
Miren
recuerda que en comparación con Galdakao, “en Ferrol y en Ibiza apenas se vivía
el baloncesto. En Ferrol apenas iban 30 personas a verlo, los de siempre, los
padres de algunas juniors…” También reconoce que “según los años pasan somos más respetadas” pero a pesar de esto, las condiciones materiales siguen estando
asociadas a la precariedad. “Entrenamos en el pabellón municipal y eso
condiciona horarios por ejemplo. Nosotras somos un equipo de élite, de primera
división. El año pasado entrenábamos en módulos. Por ello, el club pedía para este
año un horario y entrenar todos los días o casi todos los días en cancha
completa. Nos lo han dado, pero entrenamos de 21:30 a 23:30 de la noche…y lo
ideal quizá para una deportista de élite es entrenar de 19:00 a 21:00 que
tienes tus horas para descansar, para cenar a las diez de la noche y no a las doce
cuando llegamos a casa. Pero al final es a lo que te atas, si de lo que vives
te dan a esa hora pues…”
[1] Institución
que concentra fondos públicos y privados
destinados a coordinar los esfuerzos económicos de los patrocinadores del
deporte
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