lunes, 19 de mayo de 2014

Sobre matices y diversidad: desmontando estructuras mentales.


Por Angie Larenas

Las estructuras mentales que nos ayudan a catalogar el mundo comienzan a asentarse en nuestros cerebros desde muy temprana edad. Tanto es así que puede ser muy difícil hacer entender (quizás porque una no se explica bien, que es posible) a niños y niñas que una persona puede ser “chico” en algún momento de su vida y en otro decidir ser “chica”… y dejarse barba si le da la gana.

El Sábado 9 la austriaca Conchita Wurst ganó el Festival de Eurovisión y le puso color a un festival de por sí bastante descolorido y uniforme. En casa, el festival pasa cada año sin penas ni glorias, pero esta vez, al enterarme quién había ganado fui y pinché el vídeo, y me encantó.

Días más tarde, mi hija me contó que en el cole hablaron sobre Conchita Wurst, sorprendida porque la profesora le mostró una foto y sí, era cierto, ¡la chica tenía barba! Aproveché la oportunidad para que habláramos sobre las apariencias, la identidad sexual y otras cosas importantes. 

Grande fue mi sorpresa al darme cuenta que era difícil para mi hija entender que alguien pudiera querer dejar de ser chico o chica y cambiar. Y que efectivamente Conchita Wurst había sido un chico, pero ya no lo era. Por suerte, la canción es tan clara que todo lo que yo le contaba se podía resumir con algunos de sus pasajes.



Entonces recordé lo de las estructuras mentales, esas que nos hacen ver las cosas en blanco y negro y que dificultan la percepción de los matices; su comprensión y su aceptación también. Y Conchita Wurst es precisamente eso, un matiz.

En este caso, lo que me gustaría resaltar, sobre todo, es que es importante trabajar por desmontar la rigidez de nuestras formas de pensar y de percibir el mundo; que la niñez es una etapa crucial para educar en la aceptación de la diversidad, al mismo tiempo en que aceptamos que somos expresión de esa diversidad; que nunca es pronto –y nunca es tarde- para explicar “las cosas del mundo”; y, sobre todo, que tenemos mucho que aprender.

Ahora, a menos de una semana de las elecciones al Parlamento Europeo creo que la actuación de Conchita Wurst, con su mensaje político y su irreverencia, debiera ser una oportunidad para pensar en la Europa de la inclusión y la diversidad, en la de los matices y la apertura, esa que muchos quieren, pero que otros tantos amenazan con quebrantar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia Creative Commons
Este obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported. BlogESfera. Directorio de Blogs Hispanos